Descripcion
En Salud de la Mujer en GrupoNacer disponemos de un laboratorio de Fecundación in Vitro propio que nos permite avanzar en la investigación de nuevas técnicas y aplicarlas con una estricta coordinación en los procesos realizados por nuestro personal facultativo. De este modo, garantizamos la excelencia necesaria en este tipo de tratamientos para conseguir altas tasas de éxito.
La tasa media de embarazo tras Fecundación in Vitro es aproximadamente de un 40% de las parejas sometidas a tratamiento.
Las condiciones particulares de cada pareja, el factor que origina la infertilidad, así como la edad, pueden influir en el aumento o disminución de la probabilidad de embarazo.
La fecundación "in Vitro" (FIV) es un Técnica de Reproducción Asistida que consiste en extraer los óvulos de una paciente que previamente ha sido estimulada con una terapia hormonal y ponerlos en contacto con los espermatozoides en el laboratorio (inseminación) poner en contacto uno o más ovocitos de una mujer con los espermatozoides de su pareja en el laboratorio.
De esta manera se pretende favorecer la fecundación cuando de forma natural existe algún problema que la dificulta. Una vez los ovocitos son fecundados, el embrión o embriones resultantes son evaluados y se transferidos al útero, en número variable según diferentes parámetros considerados, hasta un máximo de tres, que es lo legalmente permitido.
La fecundación "in Vitro" difiere de la fecundación "in Vivo" en que la unión de los gametos se realiza en el laboratorio, fuera del cuerpo de la mujer.
Indicaciones:
Esta técnica se aconseja como tratamiento para parejas con distintos tipos de esterilidad, ya sea de origen femenino o masculino.
En un principio se utilizó sólo en mujeres con las trompas de Falopio obstruidas (factor tubárico). Actualmente se aplica en todos aquellos casos en que la esterilidad proviene de problemas relacionados con la fecundación o con las primeras etapas de la reproducción y en casos de esterilidad sin diagnóstico.
Indicaciones de la fecundación "in Vitro":
Obstrucción de las trompas de Falopio
Factor masculino
Factor ovulatorio
Endometriosis.
Factor cervical
Factor inmunológico
Esterilidad sin diagnóstico
Técnica:
La mujer es sometida a un tratamiento de estimulación ovárica que se controla mediante ecografías y análisis hormonales.
En el momento de la ovulación, se realiza la punción folicular para extraer los óvulos que se inseminan posteriormente en el laboratorio, con espermatozoides obtenidos a partir de una muestra de semen de la pareja.
Los embriones conseguidos se transfieren en número máximo de 3 al interior del útero de la mujer. La transferencia embrionaria suele realizarse al segundo día post fecundación, aunque en algunos casos el período de cultivo "in Vitro" se prolongará hasta el estado de blastocisto, que se alcanza a los 5-7 días.
La fecundación "in Vitro" se produce aproximadamente en un 80% de los óvulos inseminados. Gracias a las técnicas de microinyección espermática (ICSI) se consiguen tasas de fecundación similares aún en pacientes con alteraciones seminales severas.
La congelación de embriones permite preservar aquellos embriones que no son transferidos en el propio ciclo de FIV y que evolucionan favorablemente, para poder ser utilizados en posteriores criotransferencias
Estimulación de la ovulación y monitorización:
La medicación que se administra en este proceso sirve para estimular el funcionamiento ovárico y obtener el mayor número de ovocitos posible.
Se ha demostrado que el porcentaje de embarazo en un ciclo de FIV se incrementa en función del número de ovocitos recuperados, siempre que no se supere una cifra determinada a partir de la cual se incrementan el número de anomalías ovcitarias (aneuploidías).
Los ovocitos de desarrollan en el interior de los folículos, que son unas pequeñas bolsas o quistes llenas de líquido que se forman en los ovarios.
Durante el tratamiento, el número de folículos desarrollados, así como su tamaño, se miden a diario por ultrasonidos, mediante una ecografía transvaginal. Las ecografías, no permiten visualizar los ovocitos por ser éstos de tamaño microscópico.
Los folículos producen una hormona llamada estradiol, que irá aumentando con su crecimiento.
La valoración de la producción de estradiol se realiza periódicamente mediante análisis de sangre. Es importante disponer del resultado el mismo día para valorar la respuesta a la estimulación.
Según las ecografías y los análisis hormonales practicados, se decidirá la dosis del tratamiento, pudiendo variar de un día a otro en base a los resultados. El estradiol aumenta gradualmente todos los días hasta el momento de la extracción de los ovocitos, No existe un valor constante de estradiol sino que por el contrario presenta variaciones considerables entre cada mujer.
Gracias a los controles ecográficos y hormonales diarios será posible valorar el desarrollo folicular y determinar el momento más adecuado para realizar la extracción de los ovocitos.
En determinados casos, y de acuerdo con el tratamiento indicado también se pueden realizar análisis seriados de orina. Estos análisis servirán para determinar el valor de la hormona LH, que es la responsable de la ovulación. En caso de detectarse un aumento de LH, lo cual indicaría el inicio de una ovulación espontánea, se decidiría si debe cancelarse el ciclo o modificar el plan establecido.
Cancelación de un ciclo FIV:
CERCA del 12% de los ciclos de FIV se cancelan por distintos motivos relacionados con una mala respuesta a la estimulación.
Entre los más frecuentes se encuentran:
La escasa aparición de folículos (baja respuesta).
Los niveles hormonales bajos o con irregularidades que indican que los ovocitos que se van a obtener no serán de buena calidad.
Una ovulación adelantada que no permite determinar con precisión la hora adecuada para la extracción de los ovocitos.
En la mayoría de los casos, la administración de un nuevo tratamiento o la modificación del ya empleado, permite intentar un nuevo ciclo de FIV tras un periodo de descanso de unos meses.
Se ha demostrado que aquellas parejas que presentan una mayor adaptación social, familiar y emocional, son las que tendrán una mayor probabilidad de concepción y de satisfacción con el tratamiento.
Es por esta razón, que en nuestro Servicio de Medicina de la Reproducción se está llevando a cabo un programa de Medicina Psicosomática, en el que se presta ayuda a las parejas para afrontar mejor la problemática de la esterilidad y su tratamiento.
Punción folicular
La punción folicular deberá llevarse a cabo justo antes de que se produzca la ovulación.
Para poder planificar la punción folicular, se induce artificialmente la ovulación mediante la administración de HCG, aproximadamente 36 horas antes del tiempo previsto para la punción. El ingreso en el centro suele hacerse el mismo día, 1-2 horas antes de la extracción de los ovocitos, y es preciso traer consigo el estudio preoperatorio y la revisión preanestésica.
La recuperación de ovocitos se realiza mediante una punción transvaginal ecoguiada.
Los folículos se localizan por ecografía, como en los controles anteriores, y se puncionan a través del fondo de la vagina.
Mediante un sistema de aspiración, se recoge el líquido folicular donde se halla inmerso el ovocito.
De inmediato se procede a su identificación y valoración en el laboratorio de FIV.
La punción folicular la realiza uno de los médicos del equipo de FIV. Se practica en quirófano y es indispensable una revisión pre anestésica completa en la que, según cada caso, se decidirá el tipo anestésico más adecuado (generalmente una sedación). Los líquidos foliculares obtenidos durante la punción folicular son transportados inmediatamente al Laboratorio de Fecundación In Vitro.
El embriólogo observa y valora cada uno de los ovocitos y las células foliculares que lo rodean clasificándolos según su estado de maduración. Posteriormente los distribuye en placas de cultivo apropiadas que serán mantenidas a 37º de temperatura y condiciones de humedad y gasificación apropiadas hasta el momento de la inseminación.
Maduración in "Vitro" (MIV):
Es una alternativa a la FIV convencional. Consiste en la punción-aspiración de ovocitos inmaduros (sin previa estimulación ovárica) y su posterior maduración en medios de cultivo en el laboratorio ("in vitro"). Una vez fecundados, los embriones resultantes pueden ser trasferidos al útero.
También en casos determinados puede ser necesario el tratamiento quirúrgico para solucionar el problema o como paso previo a la realización de una técnica de reproducción asistida.